miércoles, 31 de enero de 2018

Anti diario

Lo que no haces se escribe 

detrás de tus páginas 

tinta oculta


Lo que no haces se escribe

palabras persecutorias 

rúbrica perdida:


El anti-diario.

martes, 30 de enero de 2018

En 140 caracteres: cosecha

¿Para qué sembraste en mi para perderme


y abusar de pesticidas


hasta aislarme


Ojalá hubiéramos sabido...


ser transgénicos.

domingo, 28 de enero de 2018

sábado, 27 de enero de 2018

En 140 caracteres: ¿libres?

Llévame a cualquier parte. 

Lo siento señora sólo estoy programado para llevarle a un destino concreto. 

Mierda de futuro. 

viernes, 26 de enero de 2018

En 140 caracteres: frágiles

Al principio ibas de puntillas con el príncipe. Y él contigo, con delicadeza. Ya rotos os preguntáis: ¿en qué momento olvidasteis que erais de cristal? 

martes, 23 de enero de 2018

En 140 caracteres: emboscadas

Abres la boca y lanzas metralla con decibelios nucleares. Sobrevivo cucaracha. Luego me aplastas con una pregunta: ¿qué te pasa?

jueves, 18 de enero de 2018

En 140 caracteres: pasión en el mercado

Ella acaricia las peras, y le mira. El hace lo mismo y clava el cuchillo en la vaca. Plátanos, cuarto y mitad. Muslos de pollo, un kilo. Macedonia. Carne picada. Orgasmo y medio. 

jueves, 11 de enero de 2018

Mi obra maestra: Olivetti

Acabo de terminar el primer capítulo de mi obra maestra. Una obra que no terminaré yo, que ni quiera firmaré. Se trata de una novela de carne y hueso. Se llama Olivetti. Y es suya. 

Ahora depende de mi. Le ayudo a escribir los siguientes capítulos. Es muy exigente. Si no escribo llora. Tengo que cambiarle las páginas. Sacudir sus cubiertas para que expulse los gases. Sus personajes me desvelan. A veces me deja tan exhausta que no puedo hacer caso a nada más. 

Absorbe mi tiempo. Me hipnotiza. Me pierdo horas hojeando sus paginitas perfectas. Me mira. No lo me dice con palabras, cuánto me necesita. Me lo hace sentir en la epidermis. Sólo yo le entiendo. 

Sin embargo sé que cada  día estará una palabra más lejos de mi. Cada palabra que pronuncie lo alejará inevitablemente.

Aún así mi misión es enseñarle a escribir. A sabiendas de que perderé el control de la obra. Que llegarán días de silencios,  malas palabras y portazos. Y, finalmente, pondrás un candado en algunas páginas. 

No podré leerte como ahora, mi libro en blanco.

Lo más terrible es que olvidará estos días de cansancio y felicidad que tanto me llenan, días de estreno, de primeras veces, primeras sonrisas, primeras palabras, primeros pasos... 

Olvidará todo. Y todo esto no será más que un breve prólogo. Aunque será la base de todo. Por eso escribo y reescribo unas recomendaciones de estilo. Sé que aquí estamos haciendo algo de vital importancia: establecer las pautas del tipo de escritor que serás.

Olivetti la novela es tuya, aunque nosotros la hemos empezado. Poco a poco irás escribiendo esta obra a tu manera. Cariño, de ti dependerá su género, trama y el final. Disfrútala.