En 140 caracteres: días de lluvia

Mamá, ¿por qué lloras los días de lluvia?¿Es porque no tienes katiuskas rosa chicle y chubasquero verde fluorescente como yo?

Aire de emergencia

Déjame ser el viento que entra por la ventana,

airear nuestra casa, matar polillas.

Déjame aniquilar los ácaros que amenazan

nuestra ropa y alfombras, nuestras vidas.

Mosca

Sólo eres una mosca.

Pzzzzi, Pzzzi.

Un infinitesimal bicho de alas blandas.

que vuela por inercia a ninguna parte.

Pzzzi, pzzzi.

Una mosca que bate las alas por instinto.

Pzzi, Pzzi.

Una mossssca que pica.

Pzzi, Pzzi.

Que quiere volar.

Pzzi, Pzzi,

Y esquivar los reveses de la vida.

Pzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzi

Hasta que llegue la mano inesperada
que te aplasta de repente contra la pared.

En 140 caracteres: Carros

Arrastra la vida como puedas. Habrá días que pesen más que otros. Tú tira fuerte. Tanto que se caerán las cosas que sobran. Tú, tira.

En 140 caracteres: geometría

Un punto pequeño, solo, en una gran esfera que gira, sueña con encontrar otro punto, romper las leyes y convertirse así en recta infinita. 

En 140 caracteres: las casitas

Anita aprendió a jugar una semana en casa de papá y otra semana en casa de mamá. Su Barbie le pidió el divorcio a Ken y se quedó con todo.

En 140 caracteres: reducido

La había perdido, no había nada más que decir. Cayó en la palma de su mano y ella se hizo gigante. Aún así le suplicó. Ella cerró la mano.

En 140 caracteres: la avaricia

Crees que tiene que haber algo más. Nunca es suficiente. Te mereces más. Siempre más. Y al final el saco se rompe y te quedas sin nada.

Preguntas de un domingo del siglo XXI de cuyo año no quiero acordarme

¿Dónde se irán los gatos bajo la lluvia si ocurre lo del cambio climático?

¿Puedes imaginarte cómo sería el mundo si no hubiera un Gene Kelly nunca más?

Ahora que los jóvenes no se escriben cartas, ¿sobrevivirán los Werther?

Como apenas nadie lee poesía, ¿no habrá más Don Juanes ni Becquers?

¿Acaso nadie volverá a escribir los versos más tristes esta noche?

¿No se irá ningún poeta a Nueva York?, ¿No habrá más Romeos ni Julietas?

Con la crisis, ¿por qué no surgen mujeres que pongan a Dios por testigo,

Einsteins que hagan de ella una oportunidad ni Macgyvers con un chicle?

¿Ya no habrá pintores que se corten una oreja con esto de Instagram?

Y a los niños que viven en la calle sin un poco de azucar, ¿por qué no se les aparece Julie Andrews?

¿Dónde está Don Quijote ahora que se ha vuelto a poner de moda el éxtasis?

Con la prohibición de fumar en los bares ¿dónde irán los Humphrey Bogarts?

¿No habrá nadie que descubra que “Sam tócala otra vez” nunca se dijo en la película?

Y con Facebook, ¿ya no habrá principios de una bonita amistad en un aeropuerto?

¿Por qué sigue habiendo guerras si ya no hay diosas compitiendo por Paris?

¿Por qué no quedan Aquiles ni Cary Grant ahora que ser gay está mejor visto?

Y los amores que son como las hojas de los árboles o como las rocas, ¿dónde están?

Y las Emmas Bovary o Anas Kareninas ¿cuándo se convirtieron solo en chicas Bond?

¿Cuándo fue sustituido James Dean por un póster de Cristiano Ronaldo?

No sé nada, también se está muriendo el superhombre.

Me pregunto cuándo dejamos de convertirnos en escarabajos para ser sólo gusanos.

En 140 caracteres: Ja, Ja, Ja

¡Eh, tú!: Quita a tu vida la corbata de cemento. Ve a un callejón con espejos cóncavos y convexos y mírate de cerca. Ríe. Luego, levita.

En 140 caracteres: El fugitivo

Oye unos pasos que se acercan. Acelera los latidos. Me ha encontrado, piensa. Corre, un disparo, un grito, otro disparo. Los grillos cantan.

En 140 caracteres: dioses

Llegó ese maldito por qué. Su hijo le clavaba la interrogación con los ojos. Le mintió, sólo para ver esa mirada de admiración una vez más.

En 140 caracteres: Cohetes

Tiembla, yo también tiemblo. Tener miedo a caer es normal cuando se vuela tan alto. Tiembla. Luego abandónate al cosquilleo de estrellas.

En 140 caracteres: sin perdices

Érase una vez una princesa cansada de esperar a un príncipe cobarde que no deja a su mujer. ¿Dónde está el hada madrina?, ¿y las perdices? 

En 140 caracteres: nostalgia

Sueña que unas manos morenas de algodón la sujetan por la noche y al despertar no hay un hueco agrio en la cama y lágrimas en la almohada.

En 140 caracteres: balance Feliz

Hoy, una raya más en mi pared. Ya van 32 que se multiplican por 365 días de historias, grandes personas y mucho amor. Lo tengo todo....

No construiré nada después de ti

No construiré nada después de ti,

dejas un solar de arenas movedizas

y unas manos doloridas de mover escombro.

No queda nada, un agujero negro, 

ni un solo naipe del castillo en pie.

Se ha perdido el rey de corazones,

la reina llora y el bufón me mira.

No podré construir nada todavía

con mi máquina oxidada, y mi cuerpo.

No podré, hasta que se sequen tus huellas,

arranque las malas hierbas

y ahuyente los fantasmas que arrastran

tu nombre en las cadenas.

Hoy he encontrado un comodín.

140 caracteres: las veletas

Hay alguien que espera y quien pone punto final. Hay quien se queda y quien se va. Y los hay como tú, que vienes y vas; y como yo: en medio.

En 140 caracteres: Amores geek

Hoy Romeo se declara en clase por SMS. Julieta anhela el romanticismo de una nota que el profesor pudiera confiscar.

140 caracteres: gotas

Ahora mismo una gota puede estar a punto colmar un vaso. Quizá el tuyo. Nadie te salvará si te desbordas. No esperes, coge otro vaso.

En 140 caracteres: mercancía peligrosa

¡Cuidado! ¡Peligro!. Danger!. No intentes desarmar a una persona atómica. Te intoxicará poco a poco y en el peor de los casos: ¡boom!.

En 140 caracteres: reflejos

La niña tenía fobia a los espejos. Decía que temía ver de pronto un monstruo o un muerto. Los adultos no la creímos, hasta la última noche.

Un día cualquiera, tú solo

A las seis suena la alarma del iPhone último modelo. Te despiertas en la cama, solo. Radio y luces, se encienden solas y el café, ya está listo en la mesa.

Rodeado de pantallas, solo, mira las bolsas de Madrid, Nueva York y Hong Kong y como lo han hecho tus fondos. Das la orden para comprar y vender las acciones pertinentes cuando abran el mercado.

Lees en el iPad la prensa salmón: hoy te citan en un artículo de la industria, pero se han equivocado. Los periodistas son gilipollas, piensas, han puesto tu cargo como director, en lugar de President, Chief Investment Oficer. Llamas a tu asesora de comunicación y la exiges una rectificación o su cabeza.

Te pones un traje de Hugo Boss o Loewe, calcetines y calzoncillos de Tomy Hilfiger  o Calvin Klein, y Rolex de 100.000 euros, pero no tienes a nadie 

que te ayude a elegir la corbata. Estás solo.

Conduces tu porche rojo de edición limitada. Del garaje de casa al de la oficina. No miras la ciudad ni a los mortales desde tu pedestal.

Levitas cuarenta pisos en ascensor y entras en tu despacho con vistas a ese Madrid que te parece un pueblo. Tu asistente con pinta de modelo te lee la agenda: a las 9 reunión con un potencial inversor, conference call  a las 11 con New York  y a las 12 con London.

Hablas con gestores, directivos y grandes clientes. Si no tienes comida de trabajo, comes un sándwich macrobiótico, tú solo.

Le haces la pelota a tu jefe, no preguntas a tus empleados qué tal o por el fin de semana, sólo por resultados y estrategias. Si alguien comete un error,

le reducirás en tu despacho como el que aplasta a un mosquito. Si es mujer, terminas con un: “¿No irás a llorar verdad?”y si lo hiciera, porque algunas acaban haciéndolo, dirás un:“¿Qué pasa, estás en uno de esos días?”.

Firmas los despidos sin que te tiemble el pulso. Nos miras por encima del hombro o ni nos miras. Si nos cruzamos en el pasillo, no nos dices hola o haces un gesto. Camareros, recepcionistas, porteros, polícias, electricistas, fontaneros… No existimos para ti.

Haces más y más dinero, no te importa a costa de qué o de quién. Sólo quieres batir al índice. Te la pela si inviertes en armas o provocas una guerra, sólo importa la performance.

No tienes prisa por irte a casa y no dejas que nadie se vaya antes que tu. Mucho menos si sabes que alguien nos espera para cenar. Disfrutas cuando fijas reuniones a última hora de la tarde o pides informes en tu mesa para primera hora de mañana.

Después conduces tu porche hasta el parking de un restaurante cinco estrellas michelín, pides mesa para uno y cenas, solo.

En casa las puertas se abren solas, las luces y pantallas se encienden solas. Y con tu pijama de marca, solo, frente a tu pantalla de plasma, solo, te haces una paja simple, solo. Te lavas las manos y te pones perfume caro. Te acuestas en tus 180 metros de sábanas de raso, solo. Así de lunes a viernes. Solo. El fin de semana compras a alguien por horas y luego te quedas solo. Así mes tras mes. Solo. Año tras año. Solo. Puede que hasta te cases, pero seguirás solo. Quizá un día te darás cuenta, aunque lo más probable es que nunca lo hagas. Morirás solo, eso seguro, con las iniciales grabadas en tu camisa, pero solo.

En 140 caracteres: Prometeo enamorado

Por la noche, robo el fuego de tu cuerpo. Te vengas de mí al amanecer, en forma de águila. Encadenado a ti, me devoras sin piedad; y vuelas.

En 140 caracteres: fantasmas

Los aguardas en las noches de insomnio, en las fotos con telarañas y dentro de los ojos. Los esperas, más siempre te asustan cuando llegan.

En 140 caracteres: Venganza

Te atacaré sigilosa en sueños

Justo ahora, que crees que ya has vencido.

Dejaré en los labios tu veneno  

y lo tragarás cuando despiertes.

En 140 caracteres: bombardeos cotidianos

Hay silencios que te empujan a un abismo sin eco. Tragas un rubí negro que hace tick tack. La metralla explota en tus manos. Y te borras.

En 140 caracteres: cavando su tumba

Cuando le conocí tenía un poco de polvo. Lo intenté todo: quererle, airearle, sacudirle. Cada vez peor. Me rendí. Seguro acabó enterrado

En 14O caracteres: La despedida

La última llamada nos separó. No nos arrepentíamos; tampoco nos volveríamos a ver. Llovía y hacía sol. A veces ocurre, no importa mojarse.

En 140 caracteres: qué esperas

X espera triunfar, Y divorciarse, X encontrar un novio, Z irse de casa de sus padres, Q ser más alta. Busca el mínimo común denominador.