viernes, 8 de octubre de 2010

Crisis por la crisis

Muchos nos sentimos atrapados en el trampolín justo antes de dar el salto. ¿Cuando llegará el instante en el nos impulsaremos para llegar a ese lugar importante y justo?

Dicen que cada uno recoje lo que siembra, pero nadie te avisa de que hay cosechas que se perderán antes de que puedas recojer algún fruto. No te dicen que dejarse los cuernos labrando no te garantiza el éxito... Que hay clientes que causan lluvias torrenciales, movimientos de tierra o que puedes quedarte estancado por el fango del sistema...

Mala suerte. Nadie nos preparó para la crisis. Para este ambiente generalizado de pesimismo que hace que las empresas expriman a sus trabajadores o proveedores hasta sacarles la última gota de sangre al menor precio posible. Los contratos indefinidos se convierten en pactos con el diablo en el que muchos empleados venden su alma y se convierten en exclavos mileurista, o incluso seiscientoeuristas o en becarios de 35 años.

Hay un tufo a frustración en el ambiente en este país. Y sin embargo España se niega a los cambios a pesar de que está viendo las orejas al lobo o más bien los colmillos. Se empeña en cerrar los ojos y se empeña en perpetuar una forma de hacer las cosas que ha quedado patente que no funciona. Por eso creo que estamos en ese momento de un gran cambio. Necesitamos bombardear este sistema pervertido y casposo y construir nuevos cimientos. Empresas y trabajadores tenemos el reto de innovar porque las cosas nunca cambiarán si seguimos haciendo exactamente lo mismo...

De nosotros depende convertir la crisis en una oportunidad en lugar de un eterno lamento. Ha habido muchas crisis ecnonómicas a lo largo de la historia y de todas ha salido algo interesante.

Las palabras Albert Einstein y la oportunidad resultan motivadoras:

"No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo". La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos.
La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura.
Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias.
Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar "superado".
Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis es la de la incompetencia. El problema de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones.
Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia.
Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto trabajemos duro.
Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no querer luchar por superarla."


Luchemos por el cambio. Innova. Emprende. Atrévete a saltar a la piscina dando un salto mortal...