lunes, 20 de diciembre de 2010

Como el turrón, vuelvo por Navidad

Tiempo.
Este año me gustaría pedir horas a los Reyes Magos.
Un tiempo muerto para dedicar a las palabras.
Imagínate que en 2011 un deseo podría hacerse realidad.
¿Qué pedirías?
No puede ser salud, dinero, ni amor, y mucho menos trabajo...
Sólo una cosa.
Piénsala bien e igual lo encuentras debajo del árbol.
Esa cosa tiene que depender de ti.
¿Por qué esperar el milagro que nos salve del ahogo,
en lugar de nadar con más brío?